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Mantener los desencadenantes del asma a raya

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD

Emma esté confundida. Su mamá le acaba de decir que tienen que comprar una cubierta especial para su colchón y que se tienen que deshacer de la alfombrilla mullida y peluda del suelo de su habitación. Esos cambios permitirán reducir el polvo. Y el médico dice que el polvo es uno de los desencadenantes del asma de Emma. ¿Un desencadenante? ¿Tendrá algo que ver con las cadenas?

¿Qué es un desencadenante? 

Si tiramos de la cadena, el desencadenante hará que tu asma entre en acción. En el asma, un desencadenante es cualquier cosa que pueda provocar síntomas asmáticos. La gente asmática tiene lo que se llama un problema crónico, o continuo, en las vías respiratorias (los bronquios y otros conductos respiratorios que llevan aire a los pulmones). Las vías respiratorias se hinchan y se llenan de mucosidades. Y este problema empeora debido a los desencadenantes del asma.

Los desencadenantes son cosas que no molestan a la mayoría de la gente, pero que pueden hacer que la gente con asma tosa, le pite el pecho y tenga problemas para respirar. Los desencadenantes no causan el asma (nadie sabe exactamente cuál es su causa) pero su presencia favorece las crisis asmáticas (o ataques de asma). 

Cada persona con asma tiene sus propios desencadenantes. Algunas personas tienen uno o dos desencadenantes. Y a otras que tienen hasta más de diez. Los desencadenantes puede cambiar entre el invierno y el verano. Algunos niños hasta dejan de reaccionar a sus desencadenantes con la edad. 

Los desencadenantes del asma más frecuentes son los siguientes: 

  • los alérgenos; es decir, cosas que provocan reacciones alérgicas 
  • las sustancias que contiene el aire, como el humo y la contaminación 
  • los refriados o la gripe
  • las condiciones meteorológicas 
  • el ejercicio 
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Cómo controlar el asma

El asma no se puede curar pero se puede controlar. Controlar el asma significa hacer todo lo que puedas para impedir que presentes síntomas asmáticos. Una forma de controlar el asma consiste en mantenerse alejado de los desencadenantes. 

Tu médico te ayudará a averiguar cuáles son tus desencadenantes específicos. Es posible que te proponga llevar un diario del asma durante un par de semanas. Esto significa que tú o un adulto vaya anotando cuándo y dónde tienes síntomas asmáticos y crisis asmáticas. Es posible que también vayas a un médico especial llamado alergólogo, quien podrá averiguar si tienes alguna alergia que te podría estar provocando los síntomas asmáticos. 

Aprender cosas sobre tus desencadenantes es una parte de tu plan de acción contra el asma, que tu médico te ayudará a escribir. Este plan se centrará en todo lo que necesitas para controlar tu asma, desde mantenerte alejado de tus desencadenantes hasta tomar tus medicamentos contra el asma.

Qué hacer ante los desencadenantes 

Los alérgenos son un desencadenante muy frecuente. Incluyen:

  • el moho
  • los ácaros del polvo (unos insectos diminutos que viven en el polvo)
  • las cucarachas
  • el polen (una especie de polvo procedente de las plantas)
  • la caspa animal (escamas de piel que se parecen a la caspa humana)
  • la saliva y la orina de los animales 
  • las plumas

No podrás estar siempre alejado de los alérgenos, pero hay algunas cosas que sí que puedes hacer: 

  • Mantén tu habitación lo más limpia y lo más libre de polvo que sea posible. Esto significa quitar el polvo y pasar la aspiradora una vez a la semana y eliminar el desorden. Tus viejos animales de peluche tal vez se deberían guardar dentro de una caja o bien en el desván.
     
  • Lava tus sábanas una vez a la semana en agua caliente. Poner cubiertas en el colchón, el somier y la almohada también te ayudará.
     
  • Deshazte de alfombras y moquetas. Cualquier tipo de alfombra, alfombrilla o moqueta puede recoger alérgenos que provocan síntomas asmáticos.
     
  • No permitas que entre ninguna mascota en tu habitación. Antes de quedarte a pasar la noche en casa de un amigo, averigua qué tipo de mascotas tiene. 

Si tus síntomas asmáticos se desencadenan porque padeces una alergia, es posible que también necesites medicarte para la alergia o ponerte la vacuna de la alergia. Si fuera necesario, ya te lo indicaría tu médico.

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¡Qué irritante!

Las sustancias que contiene el aire, también llamadas irritantes, son distintas de los alérgenos porque también molestan a gente que no padece alergia ni asma. Para la mayoría de la gente, los irritantes no son un problema grave, pero en la gente asmática pueden desencadenar crisis asmáticas. 

Los irritantes más habituales abarcan los espráis o aerosoles, como las lacas para el cabello, los perfumes y muchos productos de limpieza. También se consideran irritantes el humo de la madera y del tabaco, los olores que se desprenden de la pintura o del gas y la contaminación ambiental. 

Si te das cuenta de que tu asma lo desencadena un irritante, díselo a un adulto, para poderte mantener alejado de él. Esto puede suponer tener que cambiar a una laca o a un producto de limpieza diferente. Si te molesta el humo, probablemente será una buena idea evitar encender fuego en la chimenea y en la cocina de leña. Y, por descontado, nadie debe fumar cigarrillos ni otros productos elaborados con tabaco cerca de ti.

Si la contaminación ambiental es un problema, puede ayudar poner el aire acondicionado o un purificador de aire. Que un adulto compruebe los informes sobre la calidad del aire en las noticias también puede ser una buena idea. En aquellos días en que la calidad del aire sea especialmente mala, tal vez prefieras quedarte en casa u otros interiores. 

Los resfriados y la gripe son más difíciles de evitar, pero puedes reducir la cantidad de enfermedades que contraigas lavándote las manos con regularidad y manteniéndote alejado de la gente que esté enferma. Ponerte la vacuna antigripal cada año también es una buena idea.

El tiempo

El tiempo también puede ser un desencadenante. El viento puede remover el polen y el moho. La lluvia se puede arrastrar parte del polen que contiene el aire, de modo que hay menos polen volando justo después de llover. Pero, cuando llueve mucho, los árboles, los arbustos y la hierba pueden fabricar incluso más polen. El tiempo muy frío o muy caluroso pueden desencadenar el asma, igual que la humedad (cuando el aire contiene mucha humedad) o el aire muy seco.

Si sabes que ciertas condiciones meteorológicas te empeoran el asma, un adulto te puede ayudar a evitar tus desencadenantes. También deberá estar pendiente de las predicciones meteorológicas, ya que algunos días necesitarás pasar menos tiempo al aire libre. Si el problema está en el frío, tal vez te vaya bien llevar una bufanda para taparte la nariz y la boca cuando estés al aire libre. 

El ejercicio físico, como correr o hacer deporte, es otro desencadenante habitual. Aunque este es uno de los desencadenantes que no deberías evitar porque es importante para tu salud. A tu médico le interesa que estés activo. Por lo tanto, habla con él o con ella sobre qué debes hacer antes de hacer deporte. Por ejemplo, tal vez necesites tomar un medicamento entre 10 y 15 minutos antes de hacer ejercicio físico o de practicar deporte. Y, por descontado, deberás tener siempre a mano tu medicamento de alivio inmediato (también conocido como medicamento de rescate o de efecto rápido). 

Es imposible mantenerse alejado de los desencadenantes constantemente. Pero, si te mantienes alejado de ellos al máximo, podrás ayudar a prevenir muchas de tus crisis asmáticas. En otras palabras, ¡podrás conseguir que nadie tire de la cadena de tus desencadenante para que tu asma no entre en acción!

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: enero de 2104