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Seguridad en línea

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD

Aprender cosas sobre las llamas, leer sobre tu estrella favorita del monopatín o buscar información sobre el estegosaurio. Puedes hacer todas esas cosas en Internet y luego enviar correos electrónicos o mensaje de texto a tus mejores amigos sobre esos temas. ¡Por eso Internet es tan sorprendente! Pero también hay algunas cosas de las que debes estar pendiente cuando te conectes a Internet.

¿Quién eres en línea?

Tú siempre eres tú, por descontado. Pero, si usas un teléfono, una tableta o una computadora para jugar o chatear con tus amigos, también tienes una identidad en línea. Los juegos y sitios web te permiten crear un avatar, que te representa. Es divertido vestir a ese personaje y tal vez darle un sentido o hacer que lleve un estilo que tú nunca probarías en la escuela.

Las aplicaciones y los sitios web te permiten elegir tu propio nombre de usuario. Si quieres llamarte Rey del_Ketchup, ese será tu nuevo nombre. Pero, si te empiezas a llamar Rey del Ketchup, ¿significa eso que te encanta el ketchup? ¿Deberías informar a tus nuevos amigos en línea sobre cuánto te gusta el ketchup? Es algo que solo depende de ti, pero esto trae otro tema interesante. ¿Cuánto deberías compartir sobre tu verdadero yo en Internet?

Tal vez te gusta informar a tus mejores amigos de lo enamorado que estás de alguien, pero ¿qué pasaría si toda la escuela pudiera leer tu poema sobre lo bonitos que son los ojos de la persona que te ha robado el corazón? ¿Y si lo leyeran personas desconocidas?

Hay reglas a seguir cuando se está en línea, como las hay sobre qué hacer y qué decir en otros lugares. Es importante que aprendas las reglas para que puedas jugar y comunicarte en línea de una forma segura.

Protege tu privacidad

A cualquier persona que use Internet le piden que se registre, inicie sesión o cree un perfil. Los niños se deben poner de acuerdo con uno de sus papás u otro adulto de confianza antes de hacerlo. ¿Por qué? Esa información se podría utilizar para cosas que no les gustarían, como recibir un montón de correo basura.

Otro aviso sobre los correos electrónicos: si dispones de tu propia cuenta de correo, informa a tu mamá o a tu papá antes de responder a correos electrónicos que te pidan información personal. Algunos correos electrónicos parecen oficiales, pero, en realidad, son un truco para obtener tu información personal.

Otra forma de proteger tu privacidad consiste en elegir un nombre de usuario o de cuenta que no coincida con tu nombre real. Por ejemplo, en vez de "Jack_Smith," ¿por qué no escoger "Reydelmonopatín21"? ¡Sólo sabrán que se trata de ti tus amigos y tu familia!

Redes sociales y desconocidos

Es posible que te dejen usar el teléfono para enviar mensajes de texto o para ver vídeos. Conforme vayas creciendo, es posible que te vayan interesando cada vez más las redes sociales. Estos sitios suelen tener una restricción de edad mínima (13 años), pero muchos niños los visitan antes de cumplir 13 años.

Las redes sociales te permiten escribir, chatear, compartir fotos, jugar en línea con amigos y compartir con la gente tanta o tan poca información sobre ti mismo como desees. Pero también te permiten intercambiar información con desconocidos. Aunque pueda parecer divertido hacer amigos en línea, no te comuniques con desconocidos por Internet. No hables con ellos, no los llames ni les des tu teléfono, ni les envíes fotos donde aparezcas tú.

A un niño, actuar así le puede parecer una tontería. Te puede escribir alguien que parezca ser muy buena persona y decirte que eres muy listo y agradable. Pero, por desgracia, hay gente que ha engañado a muchos niños en línea simulando ser algo que no era en realidad. Por ejemplo, un desconocido te puede mentir diciéndote que está estudiando sexto curso a pesar de ser un adulto. Algunos niños se han encontrado en situaciones peligrosas cuando han decidido conocer en persona a su misterioso amigo en línea.

Informa a tus papás si un desconocido te envía correos electrónicos, mensajes de texto o inicia una conversación por Internet. Un adulto debe decidir qué es mejor para ti, lo que podría incluir cambiar tu dirección de correo electrónico o hablar con la policía. Por lo general, si te estás planteando la posibilidad de crear una cuenta en una red social, habla antes con tu mamá o tu papá.

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Acoso en línea

Cuando estás usando la computadora, puede ser tentador ocultarse tras un nombre de usuario para gastarle a alguien una broma a hacer ver que eres otra persona. O tal vez estas enfadado con alguien y te resulta más fácil decirle algo malo si la persona no sabe que eres tú.

Pero, al igual que en el mundo real, hacer ese tipo de cosas en línea es cruel e hiriente. Aunque solo estés bromeando, es posible que los demás no entiendan que se trata de una broma y se sientan heridos o enfadados por tus palabras. Cuando no sabes quién se está metiendo contigo, te sientes muy solo. Te puedes preguntar: ¿solo estará bromeando o me lo está diciendo en serio?

Independientemente de que se trate de un desconocido o de un amigo, la regla es: Ser amable en línea. Las escuelas, los profesores y los padres cada vez son más estrictos sobre qué está bien y qué no lo está en lo que respecta a enviar mensajes de texto por teléfono o computadora.

He aquí una buena prueba: si no lo dirías a la cara, no lo digas a través de la computadora. Y, al igual que con el acoso o bullying en la vida real, cuéntaselo a un adulto si recibes acoso en línea o sabes que a alguien lo están acosando en línea.

Reglas que debes seguir

Si eres un niño a quien le gusta divertirse y chatear con sus amigos en línea, puedes mantenerte seguro y evitar problemas, siguiendo estas reglas:

Limítate a visitar solo los sitios más seguros. Tus papás y tus profesores te pueden guiar sobre cuáles son los mejores sitios para ti. Algunos sitios tienen restricciones relacionadas con la edad, por lo que podrías caer en la tentación de mentir al respecto. Pero es más seguro decir la verdad y evitar esos sitios hasta que seas mayor.

Protege tus contraseñas. Si alguien puede iniciar sesión utilizando tu nombre de usuario, no podrás controlar lo que diga o haga. ¡Y todo el mundo pensará que eres tú! Por ese motivo, no compartas tus contraseñas con nadie, salvo tus papás.

Limita la información que compartas. No le des nunca tu dirección ni tu número de teléfono a un desconocido. Si no estás seguro de si deberías compartir algo, pregúntaselo antes a tus papás. Recuerda que todo lo que escribas o cuelgues en línea o publiques en un sitio de Internet quedará allí para siempre, incluso aunque lo intentes borrar. Si a ti no te gustaría que toda la clase sepa o vea algo, no deberías compartirlo con nadie en línea, ni siquiera con tus mejores amigos.

No seas cruel ni avergüences a nadie en línea. Al igual que tú, hay una persona detrás de cada nombre de usuario que tiene sentimientos como tú.

Cuéntalo siempre que veas una conducta extraña o malvada en línea. Informa a un adulto de inmediato si alguien te dice algo que te haga sentir incómodo. Informa también a un adulto si ves que alguien acosa o dice cosas extrañas en línea a otros niños.

Escoge bien a tus amigos en línea. Algunos sitios permiten que los niños hagan muchas amistades con gente que no conocen. Pero tener amigos en línea no es lo mismo que tener amigos en la vida real. Nunca aceptes encontrarte con un amigo en línea en persona ni le des información personal sobre ti. Es peligroso, porque algunas personas simulan ser niños en línea pero, en realidad, son adultos con muy malas intenciones.

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: abril de 2018