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La actividad física y su hijo de 6 a 12 años

Revisor médico: Mary L. Gavin, MD

Los niños de esta edad necesitan la actividad física para aumentar su fuerza, su coordinación y su confianza en sí mismos, así como para sentar las bases de un estilo de vida saludable. También están ganando un mayor control sobre cómo les gusta estar activos.

Los niños en edad escolar deben tener muchas oportunidades para practicar diversas actividades, deportes y juegos que encajen en su personalidad, aptitudes, edad e intereses. Hagan una lluvia de ideas con su hijo sobre las actividades físicas que más le podría gustar practicar. A la mayoría de los niños, no les importará una dosis diaria de actividades que les ayuden a mantenerse en forma siempre que las actividades sean divertidas.

Las recomendaciones para los niños en edad escolar son hacer un mínimo de una hora de actividad física de moderada a intensa al día.

Además:

  • La mayor parte de la actividad física debe ser aeróbica, lo que implica usar músculos grandes y debe practicarse durante un período de tiempo. Ejemplos de actividades aeróbicas son correr, nadar y bailar.
  • Los niños en edad escolar suelen tener breves episodios de actividad física de moderada a intensa que se alternan con actividades ligeras o de descanso a lo largo del día. Cualquier actividad de moderada a intensa se debe acercar a la meta de los 60 minutos de duración.
  • Las actividades físicas que fortalecen los músculos y que fortalecen los huesos se deben practicar por lo menos 3 días a la semana.
  • Los niños logran tener unos músculos y unos huesos fuertes solo con correr, saltar y jugar. No es necesario que dispongan de programas formales de levantamiento de peso, pero estos son seguros si están adecuadamente elaborados y supervisados.

Mantenerse en forma en casa

Muchos padres y niños piensan en los deportes organizados cuando piensan en mantenerse en forma. Aunque inscribir a un niño en un equipo deportivo tenga muchas ventajas, entrenar y jugar partidos una o dos veces a la semana no basta parta alcanzar el nivel de actividad que deben tener los niños de esta edad. Así mismo, los padres no deben seguir confiando en que la educación física que hacen sus hijos en la escuela les proporciona un nivel suficiente de actividad física.

He aquí algunas maneras de que su hijo se mantenga en forma desde su propia casa:

  • Convierta la actividad física en una parte de la rutina diaria. Desde las tareas domésticas hasta los paseos después de cenar, mantenga activa a su familia todos los días.
  • Dé a su hijo suficiente tiempo libre para que juegue. Los niños pueden quemar más calorías y pasárselo mejor cuando se les deja jugar con entera libertad. Jugar al escondite, montar en bicicleta por el vecindario y construir un muñeco de nieve son cosas divertidas y saludables.
  • Tenga listos los equipos necesarios para practicar una variedad de juegos y deportes. No hace falta que sean caros: un buen surtido de pelotas, hula-hoops y sogas para saltar pueden mantener ocupados a los niños durante horas.
  • Estén activos juntos. Así, usted también se mantendrá en forma, y a los niños les encanta jugar con sus padres.
  • Limite el tiempo que pasa su hijo en actividades sedentarias, como ver la televisión, usar dispositivos electrónicos, conectarse a internet y jugar a videojuegos.

Si no dispone de suficiente espacio en casa, aproveche los parques y los campos de atletismo de su localidad. Haga que las salidas deportivas familiares formen parte su rutina regular. Permita que los miembros de su familia elijan las actividades: salir en bicicleta, hacer patinaje sobre hielo o probar el rocódromo (para escalar una pared con rocas). Sirve cualquier tipo de actividad, siempre y cuando todo el mundo pueda participar y disfrutar de ella.

Y recuerde: mostrará a su hijo que el ejercicio físico es importante haciendo ejercicio físico usted mismo.

Ejercicio físico para los niños

A través de las actividades físicas, los niños aprenden sobre el espíritu deportivo, a marcarse metas, a superar retos, a trabajar en equipo y el valor de la práctica y del entrenamiento.

Tenga en cuenta la edad de su hijo y su nivel de madurez, sus aptitudes naturales y sus intereses. Los niños de 6 a 8 años de edad están afinando sus habilidades físicas básicas, como saltar, lanzar, patear y alcanzar cosas en el aire. Algunos de ellos disfrutan practicando deportes organizados, pero las ligas no-competitivas son mejores para los niños más pequeños. Muéstrele que lo apoya, apoyando al equipo de su hijo y animándolo desde las gradas los días de partidos.

Los niños de 9 a 12 años de edad están refinando, mejorando y coordinando sus habilidades físicas. Algunos niños se comprometen todavía más con el deporte que practican mientras que otros se retiran cuando la competición aumenta y el nivel del juego mejora.

No pasa nada si a un niño no le interesan los deportes tradicionales, pero es importante que encuentre formas alternativas de mantenerse activo. Si a su hijo no le gusta el fútbol, el baloncesto u otros deportes de equipo, anímelo a explorar otras opciones para estar activo, como el kárate, la esgrima, el golf, el ciclismo, montar en monopatín o el tenis.

Prevenir posibles problemas

Los niños que practican deportes se exponen a sufrir lesiones, así que asegúrese de que su hijo lleve el equipo de protección o de seguridad adecuado, como un casco y protectores acolchados cada vez que patine. Los niños que se especializan en un solo deporte también se arriesgan a sufrir lesiones por sobrecarga, que incluyen las fracturas por estrés y muchas lesiones articulares.

Los niños que padecen afecciones médicas crónicas o discapacidades no deben ser excluidos de las actividades físicas. Es posible que se deban modificar o adaptar algunas actividades, y que otras sean demasiado arriesgadas, dependiendo de la afección concreta que padezcan. Hable con el médico de su hijo sobre qué actividades son seguras para él.

Los niños que disfrutan del deporte y del ejercicio físico tienden a mantenerse activos durante toda la vida. Mantenerse en forma puede mejorar el rendimiento académico y la autoestima de los niños, prevenir la obesidad y reducir el riesgo de padecer enfermedades graves, como hipertensión arterial, diabetes y enfermedades cardíacas más adelante.

Si su hijo se queja de dolor mientras practica deporte o hace ejercicio físico o después de practicarlo, hable con su médico.

Revisor médico: Mary L. Gavin, MD
Fecha de revisión: junio de 2019