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La revisión de su hijo: 14 años

Revisor médico: Mary L. Gavin, MD

¿Qué puede esperar durante esta visita?

Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería que atiendan a su hijo hagan lo siguiente:

1. Midan el peso y la estatura de su hijo, calculen su índice de masa corporal (IMC) y representen estas medidas en las curvas de crecimiento.

2. Tomen la tensión arterial de su hijo y posiblemente controlen la audición

3. Le hagan una evaluación para determinar si su hijo tiene depresión.

4. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:

Alimentación. A esta edad, los adolescentes deberían empezar a hacer elecciones de alimentos saludables por sí mismos. Anime a su hijo que ingerir un total de cinco raciones de fruta y verdura al día, así como a  evitar los alimentos dulces, salados y grasos. El calcio y la vitamina D son dos nutrientes importantes para el crecimiento óseo propio del estirón de la adolescencia. Márquese como objetivo que su hijo ingiera un total de tres raciones de productos lácteos semidescremados (o leche de soja enriquecida con hierro) al día que le aporten 1.300 miligramos de calcio

Sueño. Por lo general, los adolescentes necesitan aproximadamente de 8 a 10 horas de sueño nocturno cada día. Dormir de una forma inadecuada es habitual en la adolescencia y puede tener efectos negativos en el rendimiento académico y deportivo. Los cambios biológicos hacen que los adolescentes se quieran quedar despiertos hasta más tarde por la noche, pero el inicio temprano de las clases dificulta que duerman lo suficiente. Anime a su hijo a seguir una rutina relajante a la hora de acostarse y tenga le televisor y todos los dispositivos digitales, como los teléfonos y las consolas, fuera del dormitorio de su hijo.

Actividad física. Márquese como objetivo que su hijo dedique 60 minutos al día a la actividad física. Fije límites a su hijo en el tiempo de exposición a pantallas, que incluyen la televisión, los videojuegos, los teléfonos inteligentes, las tabletas y las computadoras.

Crecimiento y desarrollo. Alrededor de los 14 años, es habitual que los adolescentes:

  • presenten signos propios de la pubertad:
    • A las chicas, se les siguen desarrollando los pechos y les sigue creciendo el vello púbico. Aproximadamente 2 años después, les viene su primera regla (o período menstrual). 
    • En los chicos, el agrandamiento de los testículos es el primer signo de la pubertad, y va seguido por el alargamiento del pene y del crecimiento de vello púbico. 
  • tengan la piel grasa y/o tengan acné
  • no siempre conecten sus acciones con consecuencias futuras
  • ansíen la aceptación de sus pares y la independencia
  • focalicen la atención en su aspecto personal y en su comportamiento
  • deseen involucrarse en comportamientos riesgosos

5. Hagan una exploración física a su hijo. Ésta incluirá evaluar la piel, auscultarle el corazón y los pulmones, explorarle la espalda para detectar posibles curvaturas en la columna vertebral y evaluar los signos propios de la pubertad. Uno de los padres del niño, su tutor o un cuidador debería estar presente durante esta parte de la exploración, pero sus hermanos deberían quedarse en la sala de espera para respetar la intimidad del niño.

6. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen a los niños de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que es fundamental que su hijo las reciba a tiempo. Los programas de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos; por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto

7. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra evalúe el riesgo de su hijo a la anemia, el colesterol elevado, la tuberculosis, las enfermedades de transmisión sexual y que, en caso de ser necesario, solicite las pruebas pertinentes.

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De cara al futuro

He aquí algunas de las cosas que deberá tener en cuenta hasta la próxima revisión, que tendrá lugar cuando su hijo tenga 15 años:

La escuela

  1. Estimule a su hijo a participar en una variedad de actividades, como la música, el arte, el deporte, clubs de actividades extraescolares y otras actividades que sean de su interés.
  2. Elogie los logros de su hijo y ofrézcale su apoyo en aquellas áreas que más le cuesten.
  3. Establezca un lugar tranquilo donde su hijo pueda hacer los deberes, alejado de posibles distracciones, como la televisión, los teléfonos móviles y los dispositivos digitales.
  4. Como el programa académico de su hijo será más exigente, un bajo rendimiento escolar podría ser un indicador de problemas de atención o de aprendizaje, de ser objeto de acoso escolar u otras fuentes de estrés. Vaya a la raíz del asunto.
  5. La presión de los pares puede conllevar la práctica de actividades peligrosas, como beber alcohol o fumar. Asegúrese de que sabe con quién pasa el tiempo su hijo y de que lo supervisa un adulto.

El yo

  1. Pase tiempo con su hijo cada día. Compartan comidas, estén activos juntos, y conversen sobre cosas que sean importantes para su hijo.
  2. Establezca normas y explique cuáles son sus expectativas. Establezca consecuencias justas del hecho de saltarse las normas. Elogie a su hijo cuando haga elecciones adecuadas.
  3. Esté preparado para responder a preguntas sobre la pubertad y a los sentimientos asociados a esos cambios. Esté abierto a preguntas sobre identidad de género y sobre la sexualidad.  Dígale a su hijo que se dirija a usted y le pregunte sobre todas las dudas que tenga.
  4. Anime a su hijo a esperar a ser mayor para mantener relaciones sexuales con otras personas. Explíquele el riesgo de las enfermedades de trasmisión sexual (ETS) y de los embarazos no deseados.
  5. Anime a su hijo a ducharse o bañarse cada día y a utilizar desodorante.
  6. Su hijo debería cepillarse los dientes dos veces al día, utilizar el hilo dental una vez al día e ir al dentista una vez cada 6 meses.
  7. Esté pendiente de los signos de depresión, que abarcan los siguientes: irritabilidad, tristeza, pérdida de interés por las actividades, bajo rendimiento escolar y hablar sobre el suicido.

Seguridad

  1. Hable con su hijo sobre los peligros asociados a fumar, inhalar vapor, beber alcohol y consumir drogas.
  2. Los adolescentes siempre deben llevar abrochado el cinturón de seguridad cuando viajan en coche. Dígale a su hijo adolescente que no se suba nunca a un coche cuyo conductor haya estado bebiendo alcohol. Si tuviera problemas en este sentido, dígale que siempre lo llame cuando necesite ayuda.
  3. Asegúrese de que su hijo siempre lleva puesto un casco cuando monte en bicicleta, moto, motocicleta o monopatín. Su hijo debería llevar el equipo de seguridad adecuado, como un protector bucal y otros protectores acolchados, cuando haga deporte.
  4. Su hijo se debería aplicar protector solar, con un FPS -factor de protección solar- de 30 o superior, 15 minutos antes de salir al exterior y volvérselo a aplicar aproximadamente cada dos horas.
  5. Supervise el uso que hace su hijo de Internet. Guarde la computadora familiar en un lugar donde usted puede observar lo que hace su hijo. Instale filtros de seguridad y revise el historial del navegador para entrar en los sitios de Internet que haya visitado su hijo.
  6. Hable con su hijo sobre la seguridad al usar la internet, el ciberacoso, y la manera en la que debe usar las redes sociales.
  7. Impida que se produzcan heridas por arma de fuego evitando guardar este tipo de armas en su casa. Si tiene un arma de fuego, guárdela descargada y bajo llave. Las municiones deberían guardarse en un lugar distinto. Asegúrese de que ni los niños ni los adolescentes pueden acceder a las llaves.
  8. Hable con su médico si le preocupa su situación vital. ¿Dispone de todo lo que necesita para cuidar de su bebé? ¿Dispone de suficiente comida, de un lugar seguro donde vivir y de seguro médico? Su médico le puede informar sobre recursos de la comunidad o derivar su caso a un trabajador social.

Estas listas de recomendaciones son congruentes con las guías de la Academia Americana de Pediatría (AAP) (Directrices Futuros Brillantes o "Bright Futures Guidelines" en inglés).

Revisor médico: Mary L. Gavin, MD
Fecha de revisión: abril de 2021