[Skip to Content]

10 cosas sobre el embarazo que le pueden sorprender

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD

He aquí 10 sorpresas frecuentes que pueden acompañar al embarazo.

1. El instinto de preparación del nido

Muchas mujeres embarazadas experimentan el instinto de preparar el ambiente que las rodea para la llegada de sus bebés, un fuerte deseo de preparar su casa limpiando y decorándola. 

A medida que se acerca la fecha de parto, es posible que se encuentre limpiando y organizando los armarios, cosas que nunca se habría imaginado hacer en su noveno mes de embarazo. Este deseo de preparar su casa puede ser útil: tendrá menos cosas que hacer después del parto. Pero tenga cuidado, no se vaya a pasar de la raya.

2. Problemas de concentración

En el primer trimestre de embarazo, el cansancio y las náuseas matutinas pueden hacer que muchas mujeres se sientan agotadas y confusas mentalmente. Hasta las embarazadas que mejor hayan descansado pueden tener problemas de concentración y períodos donde abunden los olvidos. 

Pensar en el bebé desempeña un papel, al igual que los cambios hormonales. Todo, incluyendo el trabajo, las facturas y las visitas al médico, puede parecer menos importante que el bebé y el parto que se avecinan. Hacer listas la puede ayudar a recordar fechas y citas. 

3. Cambios de humor

El síndrome premenstrual y el embarazo se parecen en muchos aspectos. Sus pechos aumentan de volumen y se vuelven más sensibles, las hormonas fluctúan y usted puede sentirse triste o malhumorada. Si usted tiende a tener síndrome premenstrual, es probable que sufra cambios de humor más intensos durante el embarazo. Esos cambios pueden hacer que usted pase de estar feliz un minuto a tener ganas de llorar justo al minuto siguiente. 

Los cambios de humor son muy frecuentes durante el embarazo. Tienden a darse más durante el primer trimestre y hacia el final del tercero. 

Muchas mujeres embarazadas experimentan depresión durante el embarazo. Si tiene síntomas como problemas para dormir, cambios en los hábitos alimentarios y cambios de humor durante más de dos semanas, consulte a su médico. 

4. Talla de sujetador

El aumento del tamaño de los senos es uno de los primeros signos del embarazo. El crecimiento de los senos durante el primer trimestre se debe a las mayores concentraciones de las hormonas estrógeno y progesterona. Pero ese crecimiento durante el primer trimestre puede no ser el único, ya que ¡sus pechos pueden seguir creciendo a lo largo de todo el embarazo!

La talla de sujetador también se puede ver afectada por el tamaño de su caja torácica. Cuando una mujer está embarazada, su capacidad pulmonar aumenta para que pueda inspirar mejor y absorber más oxígeno, lo que puede dar lugar a un aumento de la caja torácica. Es posible que tenga que cambiar de sujetador varias veces durante el embarazo. 

5. Cambios en la piel 

¿Le dicen sus amigos que tiene el resplandor del embarazo? Es uno de los muchos efectos que pueden venir con los cambios hormonales y el estiramiento de la piel que acompañan al embarazo. 

Las mujeres embarazadas tienen un mayor volumen de sangre para proporcionar un flujo sanguíneo adicional al útero y otros órganos, sobre todo a los riñones. Este volumen incrementado aporta más sangre a los vasos sanguíneos y aumenta la secreción de las glándulas sebáceas. 

Algunas mujeres desarrollan manchas marrones en la cara llamadas "melasma" (que también reciben el nombre de "cloasma" o "máscara de la embarazada"). Y algunas de ellas notarán una línea oscura en el centro del abdomen, conocida como “línea negra”. También pueden presentar hiperpigmentación (oscurecimiento de la piel) en los pezones, los genitales externos y la zona anal. Esto se debe a que las hormonas del embarazo hacen que el cuerpo fabrique más pigmento. 

Este aumento de la pigmentación puede no ser uniforme, por lo que la piel oscurecida puede aparecer como manchas de color. Es algo que no se puede prevenir, pero usar protector solar y evitar la luz UV puede minimizar sus efectos. 

El acné es frecuente durante el embarazo porque las glándulas sebáceas de la piel fabrican más grasa. Y los lunares o pecas que tenía antes de quedarse embarazada pueden aumentar de tamaño y oscurecerse. 

Muchas embarazadas también desarrollan "erupciones de calor", causadas por la humedad y la sudoración. Por lo general, el embarazo puede ser una época de picores en la piel. El estiramiento de la piel del abdomen puede causar picor y descamación. Su médico le puede recomendar cremas para aliviar la sequedad y la picazón de la piel. 

La mayoría de los cambios en la piel mejoran o desaparecen tras el nacimiento del bebé. 

6. Cabello y uñas

Muchas mujeres sufren cambios en la textura y el crecimiento del cabello durante el embarazo. Las hormonas pueden hacer que el cabello crezca más deprisa y se caiga menos. Pero estos cambios capilares no suelen ser permanentes. Muchas mujeres pierden algo de cabello durante el período del posparto o después de dejar de amamantar a sus bebés. 

A algunas mujeres les crece vello en lugares no deseados, como la cara, el vientre o alrededor de los pezones. Los cambios en la textura del cabello pueden hacer que esté más seco o más graso. A algunas mujeres hasta les llega a cambiar el color del cabello. 

Las uñas, como el pelo, también pueden cambiar durante el embarazo. Los cambios hormonales pueden hacer que crezcan más deprisa y se vuelvan más fuertes. Pero algunas mujeres notan que se les parten o rompen las uñas con más facilidad durante el embarazo. Al igual que los cambios en el cabello, los cambios en las uñas no son permanentes. Si sus uñas se parten con más facilidad durante el embarazo, manténgalas cortas y evite las sustancias químicas de los esmaltes y los quitaesmaltes (como la acetona). 

7. Número de calzado 

Aunque no le quepa ninguna de la ropa que llevaba antes del embarazo, le sigue yendo bien su calzado, ¿verdad? Tal vez sí, o tal vez no. El exceso de líquido en el cuerpo de una mujer embarazada hace que muchas mujeres tengan los pies hinchados. Además, las articulaciones tienden a estar más laxas durante el embarazo. Cuando el peso extra del embarazo presiona las articulaciones sueltas o laxas de los pies, estos se vuelven más planos, largos y anchos. Las mujeres suelen tener que llevar un número de calzado superior durante el embarazo y, a veces, incluso después del embarazo. Llevar calzado con el talón abierto de un número superior al habitual puede resultar más cómodo, sobre todo durante los meses de verano. 

8. Movilidad articular

Durante el embarazo, el cuerpo fabrica la hormona relaxina, que se cree que ayuda a preparar la zona púbica y el cuello uterino para el parto. La relaxina y otros cosas relacionadas con el embarazo aflojan los ligamentos del cuerpo, lo que reduce la estabilidad y aumenta el riesgo de lesiones. Es fácil lesionarse algún músculo por estiramiento excesivo, sobre todo las articulaciones de la pelvis, la zona lumbar y las rodillas. Cuando haga ejercicio físico o levante objetos, vaya despacio y evite los movimientos repentinos o bruscos. 

9. Várices, hemorroides y estreñimiento

Las várices, que suelen aparecer en las piernas y la zona genital, ocurren cuando la sangre se acumula dentro de venas dilatadas por las hormonas del embarazo. Las várices suelen desaparecer después del embarazo. Para ayudar a prevenirlas:

  • evite estar de pie o sentada durante periodos prolongados
  • lleve ropa holgada
  • lleve medias compresivas
  • eleva los pies cuando estés sentada

Las hemorroides, varices en el recto, también son frecuentes durante el embarazo. Su volumen sanguíneo ha aumentado y su útero ejerce presión sobre la pelvis. Por lo tanto, las venas del recto pueden aumentar de tamaño hasta formar grupos similares a los racimos de uvas. Las hemorroides pueden doler y sangrar, picar o escocer, sobre todo al hacer de vientre o justo después.  

El estreñimiento es otro mal habitual del embarazo. Ocurre porque las hormonas del embarazo ralentizan el desplazamiento de los alimentos por el tubo digestivo. En las últimas etapas del embarazo, el útero puede presionar el intestino grueso, dificultando las deposiciones. Y el estreñimiento puede contribuir a la aparición de hemorroides, porque el esfuerzo al hacer de vientre puede agrandar las venas del recto. 

La mejor manera de tratar el estreñimiento y las hemorroides consiste en prevenirlos. Llevar una dieta rica en fibra, beber abundante cantidad de líquidos a diario y hacer ejercicio físico con regularidad pueden ayudar a mantener la regularidad de las deposiciones. Si va estreñida, hable con su médico sobre el uso de ablandadores de heces o laxantes. Si tiene hemorroides, pregunte por una crema o pomada para reducirlas. 

10. Lo que saldrá de su cuerpo durante el parto

De modo que ha sobrevivido a los cambios de humor y a las hemorroides, y cree que sus sorpresas ya han acabado. Pero el día del parto es probable que le depare la mayor sorpresa de todas. 

Durante el embarazo, el líquido que rodea a su bebé dentro del saco amniótico (o bolsa amniótica). Ese saco se rompe al principio del parto o durante el mismo, momento que se suele llamar "rotura de aguas". En la mayoría de las parturientas, las contracciones empiezan antes de romper la bolsa de agua. A veces, el médico tiene que romper el saco amniótico (si el cuello uterino ya está dilatado). 

¿Cuánta agua puede esperar? En los bebés a término, suele haber entre 2 y 3 tazas de líquido amniótico. Algunas mujeres pueden sentir unas ganas intensas de orinar que las llevan a expulsar un chorro de líquido al romper la bolsa de agua. Otras pueden sentir solo un leve goteo por una pierna porque la cabeza del bebé actúa como un tapón que impide que salga la mayor parte del líquido. 

El líquido amniótico suele tener un olor dulce y ser pálido o incoloro. El cuerpo lo va reponiendo cada 3 horas, de modo que no se sorprenda si sigue perdiendo líquido, aproximadamente una taza por hora, hasta el alumbramiento. 

Hay más cosas inesperadas que pueden salir de su cuerpo durante el parto. Algunas mujeres tienen náuseas y vómitos. Otras tienen diarrea antes o durante el parto, y también es frecuente la expulsión de gases. Durante la fase de los pujos, se puede perder el control de la vejiga o de los intestinos. 

Un plan de nacimiento (o plan de parto) la puede ayudar a comunicar sus deseos a los profesionales sanitarios sobre cómo abordar estos y otros aspectos del parto y el alumbramiento. 

Hay muchas sorpresas que le aguardan si está embarazada, pero ¡ninguna tan dulce como la que sentirá cuando tenga a su recién nacido en brazos! 

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: enero de 2024