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Proteger tu identidad y tu reputación en Internet

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD

Siempre que uses una red social, envíes un mensaje de texto o publiques algo en Internet, estarás añadiendo información a tu identidad en línea. Tu identidad en línea puede ser diferente de tu identidad real (la forma en que tus amigos, padres y profesores piensan sobre ti).

Experimentar con varios personajes diferentes forma parte de la diversión de la vida en línea. Puedes cambiar tu forma de actuar y de presentarte ante los demás, y puedes aprender más sobre lo que te interesa. Y, tal y como ocurre en la vida real, puedes tomar medidas para asegurarte de que eres tú quien lleva el control.

Aspectos a considerar

He aquí algunos aspectos a considerar para proteger tu identidad y tu reputación en línea:

Recuerda que nada es temporal en línea. El mundo virtual está lleno de oportunidades para interactuar y compartir información con otras personas. También es un lugar donde nada es temporal y donde nada se puede "deshacer". Mucho de lo que haces y dices en línea puede ser visto o leído incluso aunque lo borres; y es muy fácil que otras personas copien, graben o reenvíen tu información.

Clasifica tu perfil como privado. Cualquier persona que acceda a tu perfil en una red social puede copiar o hacer capturas de pantalla de información y fotos que tal vez no quieras que vea todo el mundo. No confíes en los ajustes de datos predeterminados en los sitios web que visites. Lee las recomendaciones de cada sitio web para asegurarte de que estás haciendo todo lo posible para mantener tu información en privado.

Protege tu contraseña y cámbiala a menudo. Si alguien inicia sesión en un sitio web y pretende hacerse pasar por ti, puede arruinar tu identidad en línea. Elige contraseñas que nadie pueda adivinar y cámbialas con frecuencia. No compartas nunca tu contraseña con nadie salvo tus padres u otro adulto de confianza. ¡Ni tu mejor amigo, tu novio o tu novia deben conocer tus contraseñas!

No publiques comentarios ni fotografías inapropiados o sexualmente provocativos. Algunas cosas que te pueden parecer divertidas ahora es posible que no te parezcan tanto dentro de unos años, o cuando un profesor, el encargado de hacer las admisiones en la universidad o alguien que te ofrezca trabajo en el futuro las vea en Internet. Una buena norma de cabecera es: si te sentirías incomodo en el caso de que tu abuela, tu entrenador o los padres de tu mejor amigo lo vieran, lo más probable es que no sea algo que te convenga publicar en Internet. Incluso aunque lo publiques en una página privada, lo podrían hackear, copiar y reenviar.

No respondas a preguntas inapropiadas. Muchos adolescentes reciben mensajes y solicitudes inapropiados cuando están en línea. Estos menajes pueden asustar, extrañar y avergonzar. Si te sientes acosado por un desconocido o por un amigo en Internet, cuéntaselo a un adulto de confianza cuanto antes. Nunca es una buena idea contestar a preguntas inadecuadas. Respondiendo solo conseguirías empeorar las cosas, y es posible que digas cosas que no te gustaría haber dicho.

Puedes informar sobre el comportamiento inapropiado u otras preocupaciones que tengas en línea en www.cybertipline.org.

Tómate tu tiempo para evitar reaccionar con hostilidad. ¿Tienes la tentación de publicar un texto o comentario lleno de rabia? Espera unos minutos, cálmate y recuerda que los comentarios se quedarán allí mucho después de que te hayas calmado o de que hayas cambiado de opinión.

El hecho de sentirse anónimo en las redes sociales u otros sitios web puede hacer que a la gente le parezca bien publicar comentarios ofensivos o insultantes. Compartir material o hacer comentarios ofensivos cuando no estamos cara a cara puede hacer daño a los demás y dañar la idea que la gente tenga de nosotros si lo descubren. Una buena regla a recordar es: si no lo dirías, mostrarías ni harías en persona, probablemente es mucho mejor que no lo hagas en línea.

Respeta los derechos de autor (copyrights). Infórmate bien sobre las leyes relacionadas con los derechos de autor y asegúrate de que no publicas, compartes ni distribuyes imágenes, canciones o archivos con derechos de autor. Seguro que los quieres compartir, pero no quieres hacer nada ilegal que podría traerte problemas más adelante.

Revisa tu perfil. Revisa tu "huella digital". Prueba a escribir tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico en un buscador de Internet para saber qué aparece. Es una buena forma de saber lo que los demás ven en Internet sobre tu identidad en línea.

No lo cuelgues todo en Internet. Por lo general, si tienes preguntas sobre cuál es tu huella virtual, no temas preguntárselo a un adulto de confianza. Seguramente, tú sabes más sobre el mundo de Internet que muchos adultos, pero ellos tienen una experiencia en la vida que te puede ayudar.

Tu identidad y tu reputación en línea se generan de una forma similar a tu identidad en la vida real. Pero, cuando estás en línea, no siempre tienes la oportunidad de explicar a qué te refieres realmente. Pensar antes de publicar y ser responsable te ayudarán a no dejar una identidad en línea de la que más adelante te podrías arrepentir.

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: abril de 2018