[Skip to Content]

Síndrome de Gilles de la Tourette

Revisor médico: Shirin Hasan, MD

¿Qué es el síndrome de Gilles de la Tourette?

El síndrome de Gilles de la Tourette es un problema que afecta al cerebro y al sistema nervioso y que provoca tics: unos movimientos o sonidos, repentinos y repetitivos, que hacen algunas personas sin darse cuenta. Una persona con el síndrome de Gilles de la Tourette, tiene varios tipos diferentes de tics motores y por lo menos un tic vocal

Los tics son bastante frecuentes en la adolescencia. Es posible que conozcas a alguien que tiene un tic motor (movimientos repentinos e incontrolables, como parpadeo exagerado) o un tic vocal (sonidos como aclararse la garganta, gruñir, resopla, emitir ruidos sordos)

¿Cuál es la causa del síndrome de Gilles de la Tourette?

El síndrome de Gilles de Gilles de la Tourette es un trastorno genético; es decir, es el resultado de un cambio en los genes que se hereda (se pasa padres a hijos) o que ocurre durante el desarrollo dentro del vientre materno. 

No se sabe cuál es la causa exacta del síndrome de Gilles de la Tourette, pero algunas investigaciones sugieren que ocurre cuando hay un problema en cómo se comunican las células nerviosas en ciertas partes del cerebro. Es posible que un desequilibrio en los neurotransmisores (sustancias químicas del cerebro que transportan señales nerviosas de una célula a otra) desempeñe un papel. 

Las personas con síndrome de Gilles de la Tourette suelen notar sus primeros síntomas en la infancia o la adolescencia. Este síndrome afecta a personas de cualquier raza, aunque los chicos tienen más probabilidades de tenerlo que las chicas. 

El síndrome de Gilles de la Tourette no es contagioso. No te lo puede contagiar de nadie que lo tenga. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas del síndrome de Gilles de la Tourette?

El principal síntoma del síndrome de Gilles de la Tourette son los tics, varios tics motores y por lo menos un tic vocal. Los tics motores pueden ser cualquier movimiento, desde un parpadeo exagerado, hacer muecas, sacudidas de la cabeza o dar golpes en el suelo con los pies. Algunos ejemplos de tics vocales son aclararse la garganta, emitir sonidos tipo "clic" con la boca, aspirar por la nariz, murmurar, hacer aullidos o dar grititos. En casos excepcionales, las personas pueden tener un tic que hace que se lastimen a sí mismas, como golpearse la cabeza.

En ciertos momentos, como cuando una persona está estresada, los tics pueden ser más graves, más frecuentes o durar más. O es posible que el tipo de tic cambie.

Algunas personas pueden ser capaces de contener sus tics durante un breve período de tiempo. Pero a medida que la tensión se vaya acumulando, se verán obligadas a liberarla en forma de tic. Y si una persona se concentra para controlar el tic, tal vez le resulte difícil concentrarse en otra cosa. Esto puede hacer que a los adolescentes con síndrome de Gilles de la Tourette les resulte difícil mantener una conversación o prestar atención en clase. 

Muchos adolescentes con síndrome de Gilles de la Tourette tienen otros problemas que afectan a la conducta, como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), problemas de aprendizaje o ansiedad

¿Cómo se diagnostica el síndrome de Gilles de la Tourette?

Los tics deben ser evaluados por un médico. Algunos médicos de familia derivan a las personas con tics a un neurólogo (un médico especializado en problemas con el sistema nervioso). Es posible que el neurólogo le pida a la persona que lleve un registro de los tipos de tics que tiene y la frecuencia con que ocurren.

Para diagnosticar el síndrome de Gilles de la Tourette, una persona debe tener varios tipos diferentes de tics durante un año, que deben ser, específicamente, varios tics motores y por lo menos un tic vocal. Pueden ocurrir todos los días o ir y venir a lo largo del año.

No existe una prueba específica para el síndrome de Gilles de la Tourette. En vez de eso, el médico revisará los antecedentes familiares y los antecedentes médicos del paciente y observará sus síntomas para poder hacer un diagnóstico. A veces, se pueden pedir técnicas de diagnóstico por la imagen, como resonancias magnéticas (RM), tomografías computadas (TC), electroencefalogramas (EEG), o análisis de sangre para descartar otras afecciones que pueden provocar síntomas similares a los del síndrome de Gilles de Gilles de la Tourette. 

¿Cómo se trata el síndrome de Gilles de la Tourette?

Puesto que el síndrome de Gilles de la Tourette es diferente en cada persona, el tratamiento también puede ser diferente. Aunque no existe una cura para el síndrome de Gilles de la Tourette, la mayoría de los tics no interfieren en la vida cotidiana. Si lo hacen, los médicos pueden recomendar medicamentos para ayudar a controlar los tics. 

El síndrome de Gilles de la Tourette no es una afección psicológica, pero a veces los médicos derivan a sus pacientes en edad adolescente a un psicólogo o psiquiatra. Ver a un terapeuta no detendrá los tics, pero puede ayudar a hablar sobre los problemas, a sobrellevar mejor el estrés y a aprender técnicas de relajación. Los terapeutas también pueden ayudar con otros problemas, como el TDAH, el TOC y/o la ansiedad. 

Afrontar el síndrome de Gilles de la Tourette

Muchas personas no comprenden qué es el síndrome de Gilles de la Tourette o cuál es su causa, de modo que no saben cómo actuar cuando están con alguien que tiene tics. Si las personas miran a otra porque tiene tics, pueden hacer que se sienta avergonzada o frustrada. Quienes tengan este síndrome pueden tener que explicar muchas veces lo que les ocurre a otras personas y pueden tener que afrontar que otros crean que ellos son raros. 

Aunque no es fácil tener el síndrome de Gilles de la Tourette, lo bueno es que los tics se suelen suavizar o acabar por desaparecer en la etapa adulta. Mientras tanto, puede ayudar tratar de centrase en otras cosas. 

Estos consejos pueden ayudar a las personas con síndrome de Gilles de la Tourette a abordar su síndrome: 

  • Implícate. Algunas personas afirman que, cuando están absorbidas por una actividad, sus tics son más leves y menos frecuentes. El deporte, el ejercicio físico y las aficiones son excelentes maneras de enfocar la energía física y mental. 
  • Echa una mano. Tener que afrontar el síndrome de Gilles de la Tourette suele hacer que las personas sean más comprensivas con los sentimientos de otras personas, sobre todo los de otros adolescentes que tengan problemas. Usa esa sensibilidad especial para hacer voluntariado.
  • Valora la creatividad. Las actividades creativas, como escribir, pintar, tocar o componer música, ayudan a centrar la mente en otras cosas. 
  • Busca apoyo. La Asociación del Síndrome de Gilles de la Tourette patrocina grupos de apoyo con otras personas que comprenden los desafíos que planeta este síndrome. 
  • Asume el control. Las personas con síndrome de Gilles de la Tourette pueden sentir que tienen más control en sus vidas si investigan sobre este síndrome, hacen muchas preguntas a sus médicos y asumen un papel activo en su tratamiento. 

Cada persona con síndrome de Gilles de la Tourette afronta de manera diferente los desafíos físicos, emocionales y sociales que conlleva este síndrome. De todos modos, el síndrome de Gilles de la Tourette no suele limitar las actividades, de modo que las personas que lo tienen pueden disfrutar de la vida y perseguir sus sueños y sus metas como hacen sus amigos. 

Revisor médico: Shirin Hasan, MD
Fecha de revisión: junio de 2020